Las funciones del profesor
Según el artículo 91 de la LOMLOE establece que algunas de las funciones del profesorado son, entre otras, las siguientes:
La programación y la enseñanza de las áreas, materias, módulos o ámbitos curriculares que tengan encomendados.
La evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado, así como la evaluación de los procesos de enseñanza.
La tutoría de los alumnos, la dirección y la orientación de su aprendizaje y el apoyo en su proceso educativo, en colaboración con las familias.
La orientación educativa, académica y profesional de los alumnos, en colaboración, en su caso, con los servicios o departamentos especializados.
La promoción, organización y participación en las actividades complementarias, dentro o fuera del recinto educativo, programadas por los centros.
La contribución a que las actividades del centro se desarrollen en un clima de respeto, de tolerancia, de participación y de libertad para fomentar en los alumnos los valores de la ciudadanía democrática y de la cultura de paz.
La información periódica a las familias sobre el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas, así como la orientación para su cooperación en el mismo.
La coordinación de las actividades docentes, de gestión y de dirección que les sean encomendadas.
La participación en la actividad general del centro.
La participación en los planes de evaluación Administraciones educativas o los propios centros.
Es importante destacar que los profesores realizarán estas funciones bajo el principio de colaboración y trabajo en equipo.
Cabe destacar que la evaluación es un proceso continuo y sistemático que tiene como objetivo recoger información sobre el proceso de aprendizaje del alumnado y los procesos de enseñanza. Esta información se utiliza para tomar decisiones sobre el aprendizaje del alumnado, la enseñanza y el desarrollo profesional del profesorado.
La importancia de la evaluación en el proceso de aprendizaje del alumnado es la siguiente:
Identificar las fortalezas y debilidades del alumnado: La evaluación permite identificar los conocimientos, habilidades y actitudes que el alumnado ha adquirido, así como las áreas en las que necesita mejorar.
Ofrecer información al alumnado sobre su progreso: La evaluación proporciona al alumnado información sobre su progreso, lo que le ayuda a motivarse y a seguir aprendiendo.
Adaptar la enseñanza a las necesidades del alumnado: La evaluación permite adaptar la enseñanza a las necesidades individuales del alumnado, lo que ayuda a garantizar que todos los alumnos tengan éxito.
Por otro lado, la importancia de la evaluación en los procesos de enseñanza es la siguiente:
Mejorar la calidad de la enseñanza: La evaluación permite identificar los aspectos positivos y negativos de la enseñanza, lo que ayuda a mejorar la calidad de la enseñanza.
Desarrollar profesionalmente al profesorado: La evaluación ayuda al profesorado a identificar sus fortalezas y debilidades, lo que le permite desarrollar su profesionalidad.
Tomar decisiones sobre la organización escolar: La evaluación permite tomar decisiones sobre la organización escolar, como la planificación de los recursos o la formación del profesorado.
En conclusión, la evaluación es un proceso fundamental para la mejora de la educación. Permite identificar las fortalezas y debilidades del alumnado y los procesos de enseñanza, lo que ayuda a tomar decisiones que beneficien al aprendizaje del alumnado y al desarrollo profesional del profesorado.
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